Derecho De Familia

El divorcio y la separación legal suelen ser las cuestiones más complicadas del derecho de familia. La diferencia entre ambos es que el divorcio es definitivo y la separación legal no. Una vez que se dicta una sentencia de divorcio, el matrimonio queda oficialmente terminado o “irremediablemente roto”. Sin embargo, en una separación legal, las dos personas siguen considerándose casadas, pero tendrán un plan de paternidad, una orden de manutención de los hijos, bienes divididos, etc. En este caso, podrán reconciliarse si así lo desean y poner fin a la separación legal. O una de las partes puede solicitar al tribunal, después de seis meses, que convierta la separación legal en divorcio. Los divorcios y las separaciones legales se complican aún más cuando hay problemas con la crianza de una de las partes (violencia doméstica, abuso de alcohol, problemas de salud mental no tratados, etc.), un elevado número de bienes, hijos con necesidades especiales y partes que no se ponen de acuerdo ni en la más mínima cuestión. Casos como estos pueden ser muy agotadores mentalmente debido a las muchas piezas en movimiento.

Lo mejor es contratar a un abogado para que te guíe a través de las opciones, como:

• Solicitar al tribunal que ordene a una persona obtener una evaluación de violencia doméstica.
• Negociar con la otra parte para averiguar sin qué bienes realmente no puede vivir y qué bienes está dispuesto a ceder.
• Elaborar un plan de paternidad sensato en el que el progenitor que realmente se ocupe de los hijos los tenga la mayor parte del tiempo.
• Informar a la otra parte/abogado de lo que perderá en términos de bienes, tiempo con sus hijos y costas judiciales si el caso llega a juicio.
• Presentar un argumento creativo para tu caso en el juicio.

“Justo y equitativo” es la expresión legal que se utiliza para referirse a cómo deben dividirse los bienes. Muchas personas creen que “justo y equitativo” significa un reparto de los bienes conyugales al 50/50, pero no siempre es así. A veces, hemos visto repartos del 60/40 o 70/30, según las circunstancias de nuestros clientes. La pensión alimenticia, el hogar familiar, los bienes obtenidos antes del matrimonio, las cuentas bancarias separadas y otros hechos específicos de tu caso son analizados por el tribunal. La ley establece lo siguiente sobre la naturaleza y el alcance de los bienes:

• La naturaleza y el alcance de los bienes conyugales.
• La naturaleza y el alcance de los bienes separados.
• La duración del matrimonio o de la pareja de hecho.
• Las circunstancias económicas de cada cónyuge o pareja de hecho en el momento en que deba hacerse efectiva la división de bienes, incluida la conveniencia de adjudicar el hogar familiar o el derecho a vivir en él durante períodos razonables al cónyuge o pareja de hecho con quien residan los hijos la mayor parte del tiempo.

En Washington, existe una fórmula legal para determinar la pensión alimenticia. El factor principal de la fórmula son los ingresos netos de ambos progenitores, y hay una Calculadora de Manutención de Washington gratuita que puede ayudarte a determinar la manutención de los hijos. Si ambos progenitores son asalariados W-2 y no tienen ingresos adicionales, calcular la pensión alimenticia es bastante sencillo. Sin embargo, se vuelve complejo cuando alguna de las partes está desempleada, subempleada, es propietaria de un negocio o percibe ingresos irregulares. La persona que paga la pensión alimenticia suele ser el progenitor que tiene a los hijos menos tiempo.

Generalmente, se paga la cantidad estándar de la fórmula; sin embargo, existen excepciones. La que más vemos ocurre cuando el progenitor que paga la manutención tiene a los hijos cerca del 50% del tiempo. Otras veces vemos excepciones si el progenitor que paga la manutención ya está pagando por otros hijos. También se observan excepciones cuando el progenitor que comienza a pagar recibe ingresos adicionales de otra fuente. Aunque hay muchas excepciones a la fórmula estándar, lo más frecuente es que se aplique la fórmula estándar.

Uno de los aspectos más difíciles del derecho de familia es cuando uno de los progenitores decide mudarse con los hijos. Aunque el tribunal no puede impedir que el progenitor se traslade, sí puede impedir que los hijos lo hagan. A menudo, los progenitores se mudan debido a órdenes militares, relaciones sentimentales, oportunidades laborales u otros motivos. Hay dos formas de que un progenitor se traslade con sus hijos: (1) Si el otro progenitor está de acuerdo; (2) Presentando una moción ante el tribunal y demostrando que es lo mejor para los hijos. La parte que no se traslada debe recibir una notificación adecuada, y se presume que el progenitor que se traslada actúa de buena fe.

La carga de demostrar por qué el traslado no es lo mejor para los hijos recae en la parte que no se traslada, utilizando los 11 factores de la RCW 26.09.520. Normalmente, el factor al que se le da más peso es la solidez y estabilidad de la relación del menor con cada uno de sus progenitores, hermanos y otras personas significativas. Una cuestión clave en contextos de inmigración es qué ocurre cuando un progenitor quiere trasladarse con los hijos fuera del país. El tribunal comprobará primero si el país de destino es signatario del Convenio de La Haya sobre custodia de menores. Si lo es, el tribunal evaluará la calidad de vida, los recursos y las oportunidades disponibles para el menor y la parte que se traslada en ambos lugares. Por ejemplo, si el país X ha firmado el Convenio de La Haya pero solo ofrece educación hasta los 12 años, podría ser difícil para un progenitor trasladarse allí.